Arropados por la sierra del Toloño, con su pico de 1.200 m. de altitud, los pagos, que se extienden por la parte más noroccidental de La Rioja Alavesa, albergan una tierra que da origen a una uva con carácter, fiel al reflejo de su terruño, y que crece bordeando el río Ebro. El río también participa de la alquimia de los elementos y ha dejado su huella en un lecho de aluvión de donde la uva toma su carácter. La variedad principal que se encuentra en estos viñedos es tempranillo, aunque también conviven junto a ésta, una pequeña cantidad de garnacha y mazuelo.
Para elaborar Manuel Quintano, se ha empezado por seleccionar las viñas de más antigüedad de cada zona, se ha seguido la maduración del fruto con rigurosidad, teniendo en cuenta las distintas altitudes de los viñedos y luego se ha mimado cada uno de los pasos para obtener un fruto en un perfecto estado de maduración.